El televisor se encendió y fue como un balazo. Sabía de mi autoengaño: lo había programado para dormir quince minutos más. Con la pierna izquierda pateé con furia el acolchado y con el pie derecho y dedos en pinza busqué las medias de ayer en el piso sólo para tirarlas más lejos.
—Quince minutos pasaron de las ocho y ¡qué fresquito que está: nueve grados! –dijo el de C5N. Corrí al baño. Abrí la ducha con doble gesto -la caliente con la izquierda y la fría con la derecha-. El agua pegaba en el mango del cepillo de dientes que atrapaba con las paletas y la lengua. “Casi no queda shampoo”, me dije. “Y mirá este lunar que cambió de color. Llamar a la dermatóloga”.
—Ocho y veinte en la ciudad de Buenos Aires.
Pienso que el de C5N me odia y que de poder hacerlo pondría música celta para angustiarme más. Pantene también me odia y por eso se me mete en el ojo. ¿Alguna vez se hizo una nota sobre por qué pican todos, hasta el que dice que no pica?
—Ocho y media, vamos a los títulos.
Andá vos, yo no llego. Te odio, flaco. A vos, a tus noticias y a esta toalla que no seca.
—¡Qué linda está nuestra meteoróloga!
Al secador de pelo le pido entrega total y sopla en turbo pero no alcanza. Y mirá este lunar. Soplá. Soplá. Soplá. Más cerca. Me quemaste la oreja.
—Pasaron 10 minutos de las ocho y media.
Soplá. ¡Soplá!
—La línea D funciona con demoras.
Como yo. Lo dije en voz alta. Estoy hablando con el de C5N. ¿Estoy hablando con el de C5N? Estoy hablando con el de C5N.
Jeje me gusto, a pesar de ser cortito se puede "vivir" lo que contas...Que que carajo hago leyendo esto un viernes a las casi 1 a.m. víspera de un fin de semana largo? Nada, leyendo twitter me llamo la atención el avatar al lado del chico con el pan en la mano, entre a tu bio para verla mejor y así llegue.....
ResponderEliminarJa! Bienvenido. Aquí publico las cosas que hago en La Nación Revista y en talleres de crónica :)
ResponderEliminarA qué taller de crónica vas?
ResponderEliminar